Autódromo: ¿Qué sistema de seguridad exige FIA para TC?
El informe elevado por Carlos Bertrand Merino en 2016 exige alambrados de acero empotrados a los paredones y lecas tres veces más anchas que la pista. El informe es contundente: “el circuito no presenta condiciones para competiciones automovilísticas”
En los primeros días del mes de mayo del año 2016 el inspector de la FIA, Carlos Bertrand Merino, junto a representantes de la CDA del Automóvil Club Argentino, el intendente Esteban Reino, y las autoridades de la Asociación Autódromo de ese momento, Carlos Rubén Calamante (QEPD) y Sebastián Fiori, recorrieron el autódromo Juan Manuel Fangio para evaluar si el trazado era apto para el Turismo Carretera. Días después, el inspector elevó un informe de 24 páginas con detalles más que claros, haciendo hincapié en todo lo necesario para la seguridad, habida cuenta que el autódromo no estaba en condiciones de recibir actividad.
En dicho informe se explica claramente que se precisa mucho más que solo muros de contención o “muñecos de gomas viejas”, para cubrir las normas requeridas para el automovilismo actual de alta competición, avanzado casi tres décadas a lo que ofrece hoy por hoy el “Juan Manuel Fangio”. En la animación se ve claramente cómo se distribuyen estos aspectos en toda la extensión: el recorrido arranca con un enorme espacio de contención recostado al ala sur del circuito, y un extenso alambrado empotrado a los muros, áreas limitadas en el ingreso al puente y salida al curvón. Así lo explica el informe:
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“… se instalarán alambrados de protección reforzados por cables de 3,5m de altura sobre el suelo en el costado que presente posibilidad de caídas y de 2,5m de altura sobre el suelo en el costado del monte”. El artículo precisa que los alambres (trenzado de 12mm de espesor), deberán estar separados a 25cm entre sí y anclados a los muros de hormigón. Estos, a su vez, deberán estar sujetos a postes de 4mt, enterrados a unos 90cm por debajo del nivel del suelo, pegados o sujetos a los guard rails. Las contenciones se completarán con marcadas lecas en las curvas más comprometidas del circuito, como las 1 y la 6.
INSPECCION CLAVE. Bertrand Merino junto al Intendente y los entonces directivos de la AAB, en 2016.
Entrevistado por Carburando, Bertrand Merino afirmó que el JMF “es un circuito hecho con la mentalidad de hace 50 o 60 años atrás”, reconoció que “le gustó mucho”, “pero es muy difícil de gestionar y que valga algo más que para categorías de Turismo, algo que en principio no es un problema para el automovilismo argentino”, alejando toda pretensión que tuvo Juan Manuel Fangio cuando dijo en plena obra que “el autódromo sería considerado para la competición de Fórmula 1, u otras categorías internacionales”. A lo más que aspiró el autódromo en su historia, fue con las categorías CODASUR, en los ‘80.
Tal como lo dijo Mazzacane a este medio, el inspector coincide en que el circuito “necesita una fuerte inversión en seguridad, y para evitar problemas laterales, ya que se deben alargar las escapatorias de las rectas y agregar protecciones laterales (paredones), bien instaladas en toda la pista”, a la vez que sentenció: “se debe hacer una tarea complicada”. Y claramente lo afirma en el artículo 8 (ap1) de su informe: “el autódromo no presenta en la actualidad condiciones para albergar competiciones automovilísticas”, y advierte: “Cualquier desviación de las obras detalladas deberá ser consultada a la CDA del ACA”.
NO APTO. El informe detalla las obras en cuestiones de seguridad. Sobre el final es contundente.