Crespi: “trabajar para ‘Senna’ fue una gran experiencia”
Así lo dijo el piloto y constructor a ACCION5. La serie de Netflix más exitosa del momento tuvo su génesis en Balcarce, cuando los productores dieron con la Escudería para construir los autos. También el autódromo jugó un papel fundamental en la historia. Habló de la posibilidad de mostrar los autos y objetos de la serie al público.
La historia arranca por el final: En un plano cerrado un incómodo y nervioso Ayrton Senna acelera en la vuelta 6 durante el GP de San Marino. La imagen cambia al efecto TV. En la siguiente escena un jovencito deja tirado su karting casero e ingresa a un bar de San pablo donde un grupo de gente mira la carrera. El relato de Galvão Bueno (una suerte de Víctor Hugo Morales brasileño), es efusivo. En la vuelta 7, el coche va hacia la curva de Tamburello, se ve un cartel enorme de una cerveza francesa y se escucha un estruendo. La cara del niño refleja el momento sin la necesidad de ver el accidente. Silencio. Cine.
Es el inicio de la serie “Senna”, el nuevo tanque de Netflix, protagonizada por Gabriel Leone, Matt Mella y Kaya Scodelario, que narra, en seis atrapantes episodios, la corta vida de Ayrton Senna Da Silva, el mejor piloto de la historia de Brasil, ganador de 41 carreras, y tres títulos mundiales corriendo para cuatro marcas icónicas, superando a sus colegas Nelson Piquet y Emerson Fittipaldi, entre otros. La producción estuvo a cargo de Gullane Entertainment y la dirección del realizador brasileño Vicente Amorín. Se filmó en varios puntos. En Argentina, una de las principales locaciones fue Balcarce.
CRESPI: “Fue un broche de oro a una vida creando autos”
Un proyecto que se cristalizó en Balcarce
Durante casi una década la idea de realizar una serie sobre el tricampeón mundial Ayrton Senna Da Silva rondó en las cabezas de los hermanos Gullane y otros productores brasileños. Contaban con un cierto casting borrador, situaciones, una suerte de guión y algunas locaciones europeas para su desarrollo. Pero el escollo principal ocurrió a la hora de encontrar a los constructores de los vehículos, fieles a la época en la que brilló el piloto brasileño, tanto en sus inicios de los ’70 hasta sus últimos días, a principios de los ’90. En la prepandemia, ese escollo fue sorteado.
Los productores dieron con uno de los genios más conocidos en la materia de quien los balcarceños tenemos el honor de llamar convecino, o simplemente como más se lo conoce: Tulio Crespi. Y allí, en su industria familiar de ruta 226, a 15’ minutos del centro en remise, comenzó todo: casi en silencio se montaron todas las réplicas de las diversas épocas del piloto, desde los monopostos de los ’70, hasta los modelos vanguardistas de la Fórmula 1; Toleman, Lotus, el glorioso McLaren tricampeão y el Williams Renault que lo despidió de nuestro mundo tras aquel infortunado accidente de Ímola (Italia).
SE FILMA. Luciano Investido como Senna y junto a su hermano Matías y el director Cory Geryak.
Todos los autos, toda la magia
En la fábrica de ruta 226, descansan todos esos modelos y ACCION5 tuvo acceso a ellos. Contando como siempre con la venia de Tulio Crespi, que nos recibió en horario laboral, Sandro, Luciano y Matías Crespi, hacedores de la “magia”. Sobre el neumático derecho del “Williams-Renault”, construido al detalle, Luciano Crespi nos contó que la llegada de los productores de “Senna – la serie” “se dio eso de la conexión entre Fangio y Senna lo que los trajo justamente a los productores a estas tierras”, y aquí es donde nació esa “magia necesaria” para que finalmente termine de concretarse la serie.
Para Luciano ser parte del producto más exitoso del momento en Netflix fue una experiencia muy enriquecedora: “para nosotros, quienes trabajamos a diario, personal y colaboradores, y en particular para Tulio, dando una especie de “broche de oro” a toda una vida creando autos, ya que nuestra participación en la serie, no solo fue en la creación de los vehículos, sino también en el pilotaje de los mismos”. Y es que, sin empacho, Luciano subraya que en la serie se vieron carreras “Made in Balcarce”. “Por esa conexión que existía entre Senna y Fangio y que fue reflejada en el autódromo”.
DOBLES. Matías Crespi con Gabriel Leone (Senna) y Juampi Villanueva con Matt Mella (Prost).
Dobles balcarceños y La Barrosa “inglesa”
Crespi, fue el doble de Gabriel Leone, el protagonista de la serie, en su papel como Ayrton Senna. Su hermano Matías y el piloto zonal Juan Pablo Villanueva doblaron al francés Matt Mella, que encarnó a Alain Prost. También “corrieron” Ramiro Momeño, Andrés Romera, Mariano, Martín Calamante y Arnaldo Tamagno, entre otros. “La serie me encantó”, dice Luciano, “la repaso y es como que encuentro cosas nuevas, hago una mirada crítica, en retrospectiva, recorro situaciones, veo amigos, con una mirada neutra y más amplia”, dice. Las biopics, en su mayoría apelan al recurso del feedback.
Esta acción combina los principios y actualidad del personaje, que en algún momento se encuentran (tales como Luis Miguel, Maradona o Fito Páez). No es el caso de Senna, que va a ritmo del crecimiento de su carrera deportiva. En el primer tercio de la historia se cuentan los inicios del piloto en el Reino Unido y allí es donde la participación balcarceña es más notoria, El “Fangio” pasa a convertirse en el circuito escenario para la Fórmula 1600 y 2000 donde el piloto y ante el rechazo de los “británicos” (interpretados por balcarceños) gana sus primeras copas, con ‘La Barrosa’ de fondo.
Una escena memorable es cuando el grupo de monoplazas ingresa por la curva de la hoya hacia el puente y la toma se abre mostrando todo el dibujo inconfundible del JMF, algo que hasta al propio “Chueco” hubiera asombrado. Todos esos autos fueron manejados por pilotos balcarceños. Otro montaje nos muestra a su amigo Terry Fullerton entrenando a futuros kartistas en un karto armado en plena recta principal, a Laura (Kaya Scodelario) entrevistando a Senna y el grupo de balcarceños interpretando al periodismo, una barra enardecida de “hooligans” embanderados insultándolo con la sierra detrás.
INCONFUNDIBLE. La Sierra La Barrosa sirve de fondo para los primeros capítulos de la serie.
Los Crespi, de película
Para Crespi, interactuar con el brasileño Gabriel Leone (Senna), la británica Kaya Scodelario (Laura) o el francés Matt Mella (Prost), reconocidos artistas de series, cine y TV más del orden de series (Scodelario, más cercana al mundo de Hollywood, participó en ‘Maze Runner’ y ‘Piratas del Caribe’, Leone por su parte actuó con Adam Driver en ‘Ferrari’ y Mella en ‘Los demonios de la Guerra’, con Mickey Rourke, entre otras), “Fue algo espectacular conocerlos, ya que uno no es del ‘palo del cine’, y enriquecedor verlos actuar durante el rodaje y compartir muchos momentos juntos”, describe.
COCHES Y UTILERIA. Se encuentran en la Fábrica de Crespi. Planean hacer una muestra.
Pero buena parte del estrellato, claro está, se lo llevan los autos y no fue esta la primera vez que un producto Crespi salta al cine. En pleno lanzamiento del Tulia GT, en 1977, puede verse a Tulio Crespi presentándoles el modelo “indestructible” – simil auto de James Bond a los Superagentes, aquellos memorables héroes argentinos de los ’70, interpretados por Ricardo Bauleo, Víctor Bo y Julio De Gracia, como así también algunos buggys (areneros) y hasta los autos de los malos del filme. “Tulio también fue pionero en eso, con el auto insignia de la fábrica que en 2025 cumple medio siglo”.
Entre los buzos utilizados en la serie, cartelería y utilería de la serie, descolla la réplica del Williams-Renault, el último que manejó Senna y uno de los 22 modelos construidos en la escudería, encontrándose todos en el sector industrial prolijamente guardados. “En esta nueva etapa suceden cosas buenas y vemos que podemos ir para adelante con muchos aspectos”, dice Crespi. Y esta etapa incluye justamente poder mostrar esos vehículos en un espacio afín, a la vez de articular acciones con la ‘Fundación Ayrton Senna’ para también poder comercializarlos y que otros puedan experimentarlos.