Zapala: a 50 años de la carrera despedida de Juan M. Bordeu
Fue el 17 de diciembre de 1972 y luego de un año de vaivenes, tras conquistar su último subcampeonato. Lo hizo con un Dodge GTX en la naciente reestructuración del TC, que vio nacer a otros grandes. Tras el retiro fue un activo dirigente deportivo. Murió en 1990.
Al igual que Fangio, Juan Manuel Bordeu decidió retirarse un domingo de competencia, silbando bajito, “violín en bolsa” y con la “música” a otra parte. También como Fangio fueron diez años de vida intensa arriba de los coches: allá el “Chueco” en el plano mundial, acá él, en el orden nacional, tras intentos frustrados de competir afuera, con la humildad de los grandes. Testigo y protagonista de la evolución del Turismo de Carretera de los ’60 y ’70, se adecuó moderadamente y pasó de la magnífica “coloradita”, ya vetusta por entonces, al Dodge GTX rampante al que exprimió sus últimas y memorables carreras.
REGRESO. Bordeu regresó al TC con una Dodge GTX con la que obtuvo 4 victorias y el subcampeonato.
Bordeu había debutado con el auto en 1971. El 18 de julio de ese año logró su primera de cuatro victorias en Olavarría, dominando la 15° vuelta de la ciudad. Sorprendió con el color amarillo brillante y la prometedora preparación de los hermanos Aldo y Reinaldo Bellavigna, puntales de la era moderna del Turismo de Carretera donde el trabajo artesanal da paso a la industria. Con un registro de 2h49’47”, y superando a Jorge Cupeiro (Chevrolet 400) y a Juan Manuel Faraoni (Torino), ganó esa extenuante carrera. Ese año sumó también las victorias de Bragado (14 de noviembre) y de Zapala, 15 días después.
Cerró el 1971 con el subcampeonato de la categoría, que había consagrado a Luis Rubén Di Palma con Torino, marca que no logró su próximo título hasta la reciente coronación de José Manuel Urcera, en San Juan, el domingo anterior, 51 años después. En 1972, y ya con la marca afianzada, y un nuevo TC en las pistas, logró su última victoria con la marca del carnero en Olavarría, el circuito que más lo satisfizo. Fue el 13 de agosto en un “aviso de retiro próximo”. El triunfo fue inobjetable, contó con todos los ingredientes necesarios para ganar trazando un hito en su rica historia deportiva.
CON GRACIELA. La Borges fue su pareja más conocida. Aquí durante la carrera de Zapala.
En las seis carreras siguientes hasta su retiro, Bordeu había tenido actuaciones dispares. Su mejor marca había sido el 20 de noviembre en el “Gran Premio de la Montaña”, de seis etapas, con victoria de Héctor Gradassi (Ford), seguido de Nasif Estéfano (Ford) y Bordeu. Y llegó aquel 17 de diciembre, última fecha del campeonato en Zapala (Neuquén), donde había ganado por anteúltima vez. Tras otra extenuante competencia casi se repitió el podio, excepto Bordeu (el tercero fue Ricardo Iglesias con Ford, cerrando un terceto “ovalado”. Bordeu dominaba, pero tras un problema de motor, perdió la punta.
Con gran esfuerzo, terminó 8°, bajó del coche molesto, pero no enfurecido, y decidió oficializar su retiro. También Carlos Löeffel, su compañero de equipo de la naciente Dodge GTX. De haber seguido en 1973 le hubiera tocado el “4”, detrás del Campeón Héctor Gradassi, el sub Nasif Estéfano y el tercero Ricardo Iglesias. En su haber, “Maneco” acumuló 21 victorias y una impecable trayectoria deportiva que pudo llegar más alto de no ser por el terrible accidente que sufrió en el circuito Goodwood (Inglaterra) en 1961, quedándose sin la posibilidad de debutar en la Fórmula 1, donde pudo hacer historia.
DIRIGENTE. Junto al “Chueco” fundaron el Museo, siendo “Maneco” su primer presidente.
El retiro no lo alejó del automovilismo ya que continuó como dirigente. Fue presidente del Automóvil Club Argentino, cofundador y primer presidente de la Fundación del Museo Fangio, y subsecretario de deportes de la Provincia. En la segunda mitad de los ochenta, los trajines de una vida acelerada y plena de velocidad y pasión, salpicada por los accidentes que sufriera a lo largo de su exitosa carrera, le pasaron factura con una leucemia que de a poco se lo fue llevando hasta bajar la bandera a cuadros un 24 de noviembre de 1990. Sus ojos claros lucen hoy en el recuerdo, más serenos que nunca.